martes, 14 de mayo de 2013

Iglesia de San Gregorio

PARROQUIA DE SAN GREGORIO TAUMATURGO
La actual Parroquia de San Gregorio, en su fundación fue tan solo una ermita. Esta ermita primitiva se llamó de San Gregorio Obispo, situada en Los Llanos de Jaraquemada, y coetánea de la iglesia de San Juan Bautista y de las ermitas de San Sebastián, San Pedro Mártir y Santa María de la Antigua, de esta ciudad de Telde. Alonso Palencia, hijo de conquistadores de las islas, llegó a fundar dos Ingenios: uno junto al barranco que baja de Tesén y otro en los Llanos de Jaraquemada, así llamados porque estas tierras correspondieron en reparto a Gonzalo de Jaraquemada.
En el año 1.700 como amenazaba ruina la ermita, es reconstruida a costa de los vecinos, donando la portada de ingreso a la misma Don Diego Romero y Tello de Medina, como dicha puerta se ha conservado, aún se puede leer en ella la inscripción, que recuerda dicha donación.
¿Cuándo empezó a construirse la iglesia actual? Ya habían comenzado las obras en el año 1.777, siendo el autor de los planos don Diego Nicolás Eduardo, canónigo Racionero de la catedral y excelente arquitecto. Y que dirigió también las obras del templo de Santa Ana, cuyos planos ya había
ejecutado.
Esta iglesia es un excelente ejemplar del neoclásico auténtico, respondiendo exactamente a la época en que fue construida, y es éste su mayor valor. La parroquia se había creado por Real Cédula de Isabel II de 27 de Agosto de 1847, comenzando a funcionar en los comienzos del año siguiente, aunque llevaba más de 74 años construyéndose, aun estaba a medias, por no tener más dinero
que el que daban los mismos feligreses. Se utilizaba la mitad del templo y el resto se quedaba en la plaza.
El Obispo Codina, sabiendo de las necesidades que tenía la Parroquia para la finalización de la obra, se entusiasmó tanto que donó su Mitra de seda y oro.
Existen en la parroquia dos imágenes de Luján Pérez, la de San Gregorio (1807) y la de San José, adquirida por el alcalde de esta ciudad, Don Antonio Betancor Ruano, y más tarde donada. Cuenta así mismo con una magnífica custodia de platadorada que procede del extinguido convento de San Francisco de esta ciudad de Telde.
(Extraído de “Telde, sus valores arqueológicos, Históricos, artísticos y religiosos” Pedro Hernández Benítez)


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